domingo, 30 de diciembre de 2012

Refugio de imposibles

Si, como pretende el dicho secular, el rostro (y en él los ojos, dice san Isidoro) de una persona es espejo de su alma, bien podría sostenerse que la escritura, con sus máscaras de ficción, lo es cabalmente del poeta. Y, por ende, al fin ella descubre al ser humano que mira el mundo y en ella arropa sus latidos. Así cabría considerar el caso del selecto poemario que, culminando
la estela  trazada en piezas anteriores  (relatos, poemas  sueltos, libro), nos ofrece ahora Pérez Fuillerat. Pues en Refugio de imposibles se acrisolan emociones y reflexiones, hondos sentimien-
tos  y  vaivenes  interiores  junto  a  rigor  técnico  y  estética, asimilación de  la tradición  literaria y renovadas propuestas modernas, universo real y proyección trascendente, ansia de justicia
y afán metafísico, perfilando en sus trazos una singular y atractiva personalidad.